¿Qué he de preguntarle a mi alma?
¿Por qué te abates?: “Y le pregunté a mi alma: ¿Por qué te abates y no tienes calma? No te turbes más, esperemos en Jehová. Porque ciertamente Él nos salvará.”—participó Eulalio a todos los presentes con voz firme y potente. Su maestro, el sabio Gaudencio, le expresó casi inmediatamente: “Cuando uno se quebranta, es bueno animarse el alma.” Cuentos del Reino; Daniel Aragon; “No te turbes alma mía, aún en Jehová hay que esperar”; 98-11-2025.
¿Has estado alguna vez abatido y turbado (a)? No es fácil de ahí levantarse. Así que una buena táctica es hablar con tu alma y decirle: “Oye, responde, levántate porque hemos de esperar junto en Jehová. Él de esto nos ayudará y sacará. Y luego le alabaremos con alegría plena” “¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.” Sal.42:5.
Padre, que mi alma no se turbe
ni se abata, porque ciertamente en Ti siempre tenemos plena esperanza. Aún nos has de salvar y hemos de
alabarte. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragon. Feliz
día en el Señor.

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