jueves, 27 de noviembre de 2025

¿Son nuestras armas las que nos guardan?

No son nuestras armas, sino Dios el que nos guarda: “Jamás he salido victorioso de cualquier situación adversa, con la ayuda de mis armas, o porque pienso bien con la cabeza. No, no han sido nuestras fuerzas, ni nuestra inteligencia. Ha sido Dios quien a mis enemigos, ha vencido.”—confirmó Gauterio con mucho aplomo. Su maestro, el sabio Gaudencio, le expresó con buen tono: “Cuando a Dios le das la gloria, sobre tus enemigos y tu victoria, ten la seguridad que protegido siempre estarás porque a Jehová dando honra estás.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “No son mis fuerzas, es Dios quien a mis enemigos venció con destreza”; 23-11-2025. 

No confiar en nuestro arco o en nuestra espada, quiere decir: No confiaré en mis fuerzas, en mis destrezas, ni en mi arsenal. Nunca, para enfrentar a mis enemigos, debo de poner mi esperanza de victoria en lo que tengo. Porque mis enemigos ciertamente son poderosos, son huestes espirituales de maldad. Por tanto, sólo en Jehová he de confiar. Él me ayudará, me salvará y los derrotará. “Porque no confiaré en mi arco, Ni mi espada me salvará; Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos, Y has avergonzado a los que nos aborrecían.” Sal.33:6-7. 

Padre, no confío en mis destrezas, ni en las armas humanas, porque ellas no son suficientes para vencer al enemigo que tenemos enfrente. Confío plenamente en Ti y en las armas espirituales que Tú me has dado para vencer, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

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