¿Y qué más le
pregunto a mi alma para estar en calma?
Por qué te abates y te turbas: “Y nuevamente en este punto a mi alma le pregunto: ¿Por qué te abates y te turbas? Pero ahora es diferente, porque la reflexión en Dios ya tiene su resolución: Esperar el éxito en el Dios de mi adoración: Jehová Dios y Señor.”—anunció Euríalo con alegría. Su maestro, el sabio Gaudencio, le habló con sabiduría: “Tremenda conclusión. A la vez, es una alabanza, al Dios de amor.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Por qué mi alma te vas a turbar, si en Dios vamos a esperar”; 19-11-2025.
Ya a estas alturas uno repite esta pregunta a su alma, con alegría plena. Porque a Dios le hemos confesado toda nuestra situación y no le hemos omitido ninguna falla nuestra. Ni nuestro estado emocional. Además, nos hemos repetido que Dios jamás nos dejará a merced de nuestros enemigos. Ahora sonriendo, le volvemos a preguntar sabiendo la respuesta que Dios nos dará. “¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.” Sal.43:5.
Padre, le vuelvo a preguntar a mi alma: ¿Por qué te
abates? Pero ahora sé por qué no ha de afectarse. Porque Tú ya responderás con plena victoria sobre mi
problema y sobre aquellos que me angustian. El triunfo en Ti es seguro. En el
nombre de Jesús, amén. Tu hermano ya amigo Daniel Aragón. Feliz día en el
Señor.

No hay comentarios:
Publicar un comentario