Siendo el último y
el servidor de los demás: “Al servir a los demás, el Señor nos pide ser el
último, el postrero. He estado mediando y me he preguntado: ¿qué implica esto?”
Se expresó Eustaquio con Gaudencio. El sabio
le afirmó: “Buena es tu meditación.
Porque no se trata simplemente de servir, sino que implica también qué
actitud tienes al hacerlo: ¿realmente eres el postrero?” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Postrero para ser el primero”;
23-01-2018.
¿Es
nuestra actitud al servir a los demás llena de amor, bondad y utilidad? ¿Lo hago lleno de humildad y sin ningún tipo
de arrogancia? ¿Tengo cuidado con mis pensamientos y mis palabras? ¿Cómo actúo
cuando me responden con agresiones verbales o físicas? Son preguntas que
debemos de hacernos y contestarnos.
Porque ser el último, el postrero al servir a los demás, debe de estar
revestido de humildad. De saber que
podemos ser ofendidos e incluso menospreciados, y no por eso dejar se seguir
sirviendo, seguir amando. “Entonces él
se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será
el postrero de todos, y el servidor de todos.” Mr.9:35.
Padre,
no es fácil ser el último, ser el postrero, el menospreciado. No es fácil servir a los demás sin orgullo ni
vanidad. Dejar a un lado prepotencias y
posiciones soberbias. Sólo Tú puedes hacernos instrumentos de amor,
para llegar a ser postreros en servicio a los demás. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y
amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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