Porque tenemos un
Dios que nos sustenta: “Todos nosotros cometeremos errores, algunos
reparables y otros no. A menudo nos encontraremos con fracasos - a veces por
accidente, a veces causados por nosotros mismos, y aun otras veces provocados
por la injusticia y la violencia de otra gente. La mayoría de nosotros
llegaremos a alcanzar algún grado de éxito material en el mundo, y en cuanto a
esto, el problema del tipo apropiado de aceptación será verdaderamente difícil.
Luego se presentarán la enfermedad y la muerte. ¿Cómo podremos aceptar todas
estas cosas?” William Wilson; “El
Lenguaje del Corazón”; “¿Qué es la aceptación?”; pág.270.
¿Aceptar
que cometo errores y tengo defectos? ¿Tener que reconocer que he fracasado?
¿Concluir que no puedo controlar sucesos, acontecimientos, ni accidentes? ¿Determinar
que solo no puedo conmigo mismo, menos que tenga poder para manipular las
reacciones de las demás personas, enrumbar su criterio, y controlar las
injusticias? ¡Eso es rendirme! ¡Es aceptar
que he sido vencido! ¡Es llegar a la
conclusión que necesito de Dios! Tarde o
temprano llegaremos a esta determinación: Dios te necesito hoy, porque
desfallezco en este mundo afectado y caído.
Pero Él me dice: “No temas,
porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”
Is.41:10.
Padre,
he luchado toda mi vida y he pensado en que solo podía ganarle a este
mundo. Pero concluí que no pude ni
conmigo mismo. No pude cambiar, menos cambiar los resultados de este mundo
afectado. Pero contigo y tu Palabra, sí
he podido por Ti ser amado y sustentado, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día
en el Señor.
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