¿Debo de ir
gradualmente dejando las maldiciones y chismes?
No, de una sola
vez:“No me critiques que voy mejorando—le
dijo Aurelio a Eustaquio—antes decía 8 malas palabras de cada diez; ahora digo
cinco, voy avanzando”—le dijo. “No te
critico ni te juzgo, tú puedes decir mal (o maldecir), las veces que a ti te
gusten. Tan sólo reflexiona: Nadie dejó algo que le fuera imposible dejarlo,
quitándoselo a pedazos. Los que quieren
dejar de fumar deben procurar dejarlo ya.
A los que les es imposible dejar de tomar, busca ayuda y déjalo de una
vez. Si el asunto es con tu boca maldecir, mal-decir; debes de cambiarlo por
bien-decir, decir bien, bendecir. No
podemos tratar de dejar ese mal, poco a poco, al final el mal nos ganará.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Dejando
la mal dicción por la bendición”; 07-01-2018.
Casi
todas, sino todas, las ataduras y los defectos que tenemos no pueden ser
removidos de nuestro ser sin la ayuda de Dios. Lo hacemos con la lógica humana:
Voy a ir poco a poco alejándome de ese mal. Como nosotros creemos que podemos,
lo intentamos y luego cuando fracasamos nos frustramos. Pero si se lo dejamos al Todopoderoso, oramos
y le pedimos de corazón que nos ayude con ese mal, veremos que de pronto lo
hemos vencido y es agua pasada. De una vez, no poco a poco. “¿Acaso alguna fuente echa por una misma
abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir
aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y
dulce.” Sgo.3:11-12.
Padre,
sé por experiencia que Tú me has arrancado de mi lengua el hecho de maldecir,
aún a aquellos que me afectan. Cuando me di cuenta ya no decía malas palabras,
ni de mi boca salía maldición, frustración, conmiseración, justificación. Porque en el nombre de Jesús, alcancé esa y
muchas otras liberaciones. Amén. Tu hermano
y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el
Señor.D
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