¿De quién me libró
mi Dios?
De un enemigo mucho más poderoso que yo: “Los que me odiaban y tenían guerra conmigo, eran poderosos, más fuertes que yo eran mis enemigos. Pero Jehová me sacó de mi atolladero, de lo Alto vino y me salvó primero. Luego se ocupó de todos ellos.”—afirmó Juvenciola muy emotiva. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo estas palabras de vida: “Y es que cuando a Jehová llegas a Él diciéndole que débil eres, que de tus poderosos enemigos no puedes, Él se convierte en tus fuerzas y contra ellos de pronto vencerlos puedes” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “De poderoso enemigo me liberó, de aquellos que eran más fuerte que yo”; 29-09-2024.
Rodeado, anegado, emboscado por mi poderoso enemigo, me encontraba atrapado y sin salida. Por eso mi enemigo pensó que ya vencido me tenía. Pero de pronto, la mano amiga de mi Señor de las muchas aguas me liberó. Palabras soeces fueron quitadas, adicciones mortales, aún de obesidad y enfermedad que quiso anquilosarme. De resentimientos amargos, de defectos de carácter. Del total fracaso, de la miseria y pobreza. De la falta de sabiduría e inteligencia. “Me libró de mi poderoso enemigo, Y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo.” Sal.18:17.
Padre, me has librado de muchos poderosos enemigos,
y aún cuando quieren cercarme y creen derrotado tenerme, vienes Tú y me libras
de ellos. De todos aquellos
más fuertes que yo, de mis enemigos líbrame Señor. En el nombre de Jesús, amén.
Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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