lunes, 28 de octubre de 2024

¿Qué hice con mis enemigos?

Los eché fuera como lodo de las calles: “Dios me mostró mis defectos con detalle, a ellos y a mis enemigos los eché fuera, como se echa el lodo de las calles. Uno a uno los fui destruyendo, los molí como polvo delante del viento.”—testificó Eustacio con un entusiasmo marcado. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo pausado: “Destruiste en ti lo que te afectaba con Dios para servirle mejor. Él a tus enemigos vencidos en tu mano te los entregó.”  Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “A mis enemigos los fui destruyendo, los molí como polvo delante del viento”; 24-10-2024.

Nuestros principales enemigos son internos: desesperanza, falta de fe, dudas, miedos, traumas, inseguridades, debilidades, resentimientos, etc. Dios nos va mostrando uno a uno con detalle, y luego los vamos echando fuera, como se echa el lodo de las calles o de los desagües. A la par, Jehová nos entrega a los enemigos externos, a aquellos que nos aborrecen, envidian y quieren destruirnos. Bajo nuestros pies llegan a permanecer. “Y los molí como polvo delante del viento; Los eché fuera como lodo de las calles.” Sal.18:42.

Padre, me das fuerzas y me muestras mis errores, defectos, pecados. A ellos uno a uno voy destruyendo y acabando. A la par, Tú derrotas a mis enemigos externos, para emprender las alturas y desarrollar tu ministerio; en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

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