domingo, 27 de octubre de 2024

¿Qué hicieron mis enemigos al ser vencidos?

Clamaron y no hubo quien los salvase: “Cuando mis enemigos se vieron derrotados, entonces por ayuda clamaron. Creían incluso en Dios, pero por la actitud de su corazón, Jehová no los oyó.”—con determinación Abudemio, tal afirmación expresó. Su maestro, el sabio Gaudencio, estas palabras le habló: “Te persiguieron, te juzgaron, te sentenciaron. Tomaron el papel de Dios, eso a Jehová no le gustó.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Mis enemigos a Dios clamaron, no por eso de mi mano se salvaron”; 23-10-2024.

Nuestro principal enemigo somos nosotros mismos. El auto engaño es un arma poderosa del diablo. Tener un concepto superior de uno, creerse buena gente, auto conmiserarse, son sólo algunas cosas que nos afectan gravemente. Cuando uno es honesto consigo mismo, y expone ante Dios su afectada situación, viene la renovación. Pero luego tenemos enemigos externos que son cercanos. Incluso, son cristianos. Aparentan ser buna gente, y de pronto como áspid venenoso te muerden. Pero Dios te sana, te los aparta, te los entrega y te los revela. “Clamaron, y no hubo quien salvase; Aun a Jehová, pero no los oyó.” Sal.18:41.

Padre, mi principal enemigo soy yo mismo. Te pido perdón por mis errores y negligencias. Tú te has ocupado de mis enemigos encubiertos, los has apartado, me los has entregado debajo de mis pies. Aunque a Ti clamaron, no los escuchaste por cuanto me aborrecieron. A Ti hoy te los entrego. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

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