lunes, 26 de octubre de 2020

¿Qué son nuestros discípulos?

Nuestra alegría y nuestra corona: “Eulalio expresó cabizbajo: “Tiene usted razón maestro, mis jóvenes realmente son mi alegría y debo estar con ellos con el corazón dispuesto en todo momento”—dijo mientras los ojos le brillaban y una sonrisa en sus labios se le dibujaba. El sabio Gaudencio tan solo le dijo estas palabras: “Tú a la verdad los amas. Procura siempre que en el Señor se encuentren” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Mis discípulos son la alegría y la corona de mi vida”; 23-10-2020.

El deseo para todo líder debe de ser que todos sus discípulos se mantengan fieles al Señor. Pero es muy importante que esto comience por casa: tu esposa (o), tus hijos. Ese es tu primer ministerio, alegría y corona. Luego, los que tienes a cargo en la Iglesia, en el trabajo (cuando has hecho una labor evangelística), en la comunidad: incluye tu barrio, zona, comarca y hasta la virtual. “Por lo tanto, mis amados hermanos, manténganse fieles al Señor. Los amo y anhelo verlos, mis queridos amigos, porque ustedes son mi alegría y la corona que recibo por mi trabajo.” Flp.4:1 NTV.

Padre, pon en mi corazón siempre ese fuego y amor porque mis discípulos puedan mantenerse firme en el Señor y además verlos, sentirlos y tratarlos con amor, alegría y darles la importancia que ellos merecen para tu gloria, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

 

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