martes, 21 de agosto de 2018

No podemos controlar a nadie


¿A quiénes podemos controlar?
A nadie, ni a nosotros mismos: “Una quimera, una ilusión: eso es el control. A veces no podemos controlar nuestro propio peso, pero queremos tener dominio en otros, sobre sus impulsos compulsivos: Comer en exceso, promiscuidad sexual, apuestas en juegos de azar, en otros esa conducta jamás podremos controlar. Pero queremos hasta controlar sus emociones, su mente, sus elecciones. Y qué decir del resultados de los eventos, ¿podremos acaso tener control de ellos? Las personas se van a sentir como quieren sentirse, van a hacer lo que quieran hacer, van a pensar lo que ellas van pensar. ¿Por qué vas a estar triste? Quererlos controlar, tan sólo es vanidad. —disertó en sus pensamientos el sabio Gaudencio.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “No tenemos control ni de nuestro dolor”; 20-08-2018.

Nadie podrá cambiar a nadie. Sólo Dios puede hacer esto. Cada uno de nosotros cambiará cuando estemos listos para cambiar. Tratar de acelerar esto, también es vanidad. Y no importa si ellos se están lastimando a sí mismos, no insista en su cambio si sabes que con sólo escucharte y si trataran de dejarse ayudar, ellos podrían cambiar. Si no quieren hacerlo no los fuerces. Ellos pueden adaptarse a nuestras demandas temporalmente, pero luego seguirán haciendo lo que ellos quieren. Déjaselo a Dios y que él tenga el control. No tenemos control ni siquiera sobre nuestro dolor. “El corazón alegre hermosea el rostro; Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.” Pr.15:13.

Padre, permite que mi corazón y espíritu tenga paz y no trate de exigir y querer controlar las reacciones de los demás. Mejor que vea las mías que ya hay mucho que necesita cambiar para tu gloria, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

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