viernes, 10 de agosto de 2018

Y parte cayó entre espinos


¿Cuándo los espinos ahogan la Palabra?
Cuando nos dejamos seducir por el engaño de las riquezas: “Dios me había llevado a esa ONG cristiana, e iba a ser directora del programa “Sanando tu alma”, pero luego me ofrecieron un mejor puesto con una mucho mejor entrada. Me pagarían más del doble, y además también era cristiana. Pero luego de unas semanas, toda la organización se vio afectada, me sacaron y me quedé sin nada” –expresó sin demora la tal Eulogia. El maestro esto le dijo como mucho sentido: “Dios te había dado el puesto adecuado. Pero tú te dejaste engañar por las riquezas y el mal. Si tú te has quedado en el primer trabajo, te aseguro, Dios te habría recompensado con un mucho mejor salario” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Las espinosas maneras del engaño de las riquezas”; 09-08-2018.

Qué difícil es creerle a Dios cuando eres tentando (a) con un mejor pago, mejor posición, mejor salario.  El problema es que el sembrador te da la semilla buena, pero nosotros en el corazón la ahogamos por el engaño que nos dicen las riquezas. No podemos desviarnos de lo que Dios nos tiene asegurado, sólo por querer obtener mejores salarios. Mejores puestos o mejores porcentajes de ganancia. Si así lo hacemos, nosotros estamos nuestra labor vendiendo. Nos tasamos por un precio y nos convertimos en meras mercancías. Pero nosotros no somos de los que se venden. “Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron.” Mt.13:7.

Padre, el dinero sólo es dinero: no es gozo, ni paz, ni seguridad, ni ciencia, ni bondad, ni tampoco es dar. Tú eres todo lo anterior y además el dueño del oro y de la plata. Que mi corazón jamás se incline a trabajar por mejores ganancias. Mejor es esperar en Ti, que irse tras el engaño de las riquezas, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

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