El espíritu quebrantado: “Eulalio fue quien preguntó tal y como lo adiestraron: “¿Cómo hago para alcanzar el favor y la misericordia de Dios?—preguntó a viva voz. Su maestro, el sabio Gaudencio le dijo con fervor: “Un espíritu contrito y humillado jamás rechaza el Señor. Si te humillas conseguirás de Dios su favor” Cuentos del Reino; “El sacrificio que agrada al Señor es el humillarse a Dios”; 06-05-2021.
Toda nuestra muestra religiosa, es eso, religiosa. Lo que Dios quiere de nosotros y aquello que le agrada, es que nos presentemos ante Él con un espíritu quebrantado. Esto es, sin altivez, sin orgullo, sin la creencia de que somos los mejores. Un corazón afligido y humillado, porque ha obedecido al Señor y ha sido capaz de soportar el agravio, es lo que Dios quiere. “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” Sal.51:17.
Padre,
me presento ante Ti no por mis justicias Señor, sino por tu gran misericordia,
para pedirte que pueda tener siempre esa actitud humilde, y poder llegar a humillarme a mí mismo por obediencia a Ti, en el
nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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