¿A quién acudimos
al ser perseguidos?
A Jehová Dios mío: “Yo me sentí perdida, estaba acorralada por los señalamientos y las críticas. Me asediaban y en paz no me dejaban. Llevé pues mi queja ante Jehová mi Dios, y le pedí que tomara el caso, que me librara de mi agresor. Porque esta su sierva ya no aguantaba tal situación.”—le confesó Eulogia a su maestro, de qué manera a Dios su problema le había expuesto. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo muy dispuesto: “Lo mejor que has hecho, es haberle confesado a Dios tu mal estado interior y le hayas pedido de tus enemigos: liberación.” Cuentos del Reino Daniel Aragón; “Confieso mi mal interior y le pido a Dios total liberación”; 22-05-2024.
Cuando estamos ante nuestro Dios y le decimos que Él es nuestro refugio, nuestro pronto auxilio. Le agregamos además que sólo en Él confiamos totalmente y le exponemos lo que deseamos y le solicitamos, lo que anhelamos, ten la seguridad que a Dios tu fe le agradará. Porque Él mueve su mano y manifiesta su Poder, con aquellos que completamente confían en Él “Jehová Dios mío, en ti he confiado; Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame,” Sal.7:1.
Padre,
no hay mejor manera de ser por Ti sanado emocionalmente, que la de confesarte
nuestra situación y exponerte nuestro deseo de liberación. Y cuando lo hacemos, es porque sabemos y seguros estamos, que sólo Tú
de esa situación y personas, podrás liberarnos. Para tu gloria y nuestro bien,
en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el
Señor.
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