¿Qué podemos
ofrecerle al Señor?
Nuestra actitud agradable: “Me atreví a decirle al Señor: Jehová, Tú eres mi Dios y me conoces. Sabes en qué fallo y en qué no. Ahora bien, me persiguen, me señalan, me critican, les he caído mal. Mas Tú sabes que con ellos no he fallado, más bien sus ofensas les he perdonado. Se han hecho mis enemigos porque así lo han querido, mas yo les he propuesto ser mis amigos. Si ellos tienen razón, pues mi honra pongo delante de Ti, pero Tú sabes que yo no he hecho así”—le confesó Eunomía a su maestro, con corazón sincero. Su maestro, el sabio Gaudencio le dijo esto muy cierto: “Te conozco Eunomía, y sé que eres sincera y muy buena amiga. Sé que amas a Dios y qué bueno que tu vida se la hayas puesto en sus manos hoy.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Exponerle a Dios también, cuando ha hecho bien”; 23-05-2024.
Si bien es cierto que todos fallamos de una manera u otra, también es verdad que algunas veces uno se granjea enemigos sin haberles hecho daño. Quizás no le caigas bien, o te tienen envidia, o celos. O a lo mejor por tus creencias y declaraciones, no llegas a ser tan popular. Entonces, si nos amenazan, si nos atacan, o hieren con palabras o gestos; presentémosle a Dios esto y dejemos que Él juzgue y tome la batuta de nuestro caso. “Jehová Dios mío, si yo he hecho esto, Si hay en mis manos iniquidad; Si he dado mal pago al que estaba en paz conmigo (Antes he libertado al que sin causa era mi enemigo), Persiga el enemigo mi alma, y alcáncela; Huelle en tierra mi vida, Y mi honra ponga en el polvo. Selah” Sal.7:3-5.
Padre,
Tú eres quien sabes perfectamente que hay veces que tu siervo no ha hecho mal
para ser afectado, señalado u ofendido. Mas
perdono y no abrazo la ofensa ni el mal, mejor te lo dejo a Ti para que Tú seas
quien te encargues de quienes puedan afectarme sin motivo alguno. Para tu
gloria y mi bien, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel
Aragón. Feliz día en el Señor.
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