¿Qué
hay cuando expones tu lamento delante de Jehová?
Una buena respuesta con toda seguridad: “Es que cuando he derramado mi alma ante Jehová y le expuesto mis problemas, he confesado mi falta, mi maldad; entonces, le invade a mi ser una deliciosa paz. Ahí ya estoy segura que Dios ha procedido a sanar mi alma angustiada y me levanto, y sé que el Señor me restaurará delante de todos aquellos que me señalaron y acusaron”—expresó Juvenciola con alegría y determinación. Su maestro, el sabio Gaudencio, le habló en esta ocasión: “Dentro de tu alma ya hay paz, hay calma. Y el Espíritu le dice a tu espíritu como si fuesen tus pensamientos: “Ten sosiego pues ya tu caso está resuelto” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Lloré, me confesé ante Jehová, Él me dio la victoria, sanidad y paz”; 19-05-2024.
En el fondo de tu ser sucede algo maravilloso: En los momentos de más angustias, de lloro, de gemidos, de confesiones sinceras, de pronto te invade una paz inigualable. Entonces comprendes que Jehová te ha escuchado, se ha estremecido con tu afectación y ha procedido a sanar tu alma turbada y librarte de esa terrible opresión. Te levanta, y te da seguridad y fuerza, ya sabes que todo se arreglará y que a tus enemigos apartará. “Apartaos de mí, todos los hacedores de iniquidad; Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro. Jehová ha oído mi ruego; Ha recibido Jehová mi oración.” Sal.6:8-9.
Padre, mi alma se regocija cuando tu paz
inunda mi vida. La sonrisa vuelve entonces a mis labios y de mi boca sale
alabanza a Ti oh amado Dios. Reflexiono
en todo y te pido dirección para tomar de mi vida el control y tratar de no cometer
el mismo error. Para tu gloria y mi bien, en el nombre de Jesús, amén. Tu
hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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