sábado, 18 de mayo de 2024

¿Qué pide el afectado?

Misericordia: “Le dije a Dios: Sé que he fallado Señor, pero no sólo te pido perdón, sino que te suplico me sanes de esta enfermedad que me atormenta. Sáname oh Jehová por tu misericordia y por tu paciencia. Porque sé que conmigo Tú siempre has caminado, Tú siempre has andado”—testificó Tertuliano a su maestro con vehemencia. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo esto con verdadera sapiencia: “Muy bien hijo mío, a Dios le has sido sincero y con fe su perdón y sanidad le has pedido. Seguro Dios ya te lo ha concedido.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Suplicando el no castigo y ser sanado todito”; 16-05-2024.

El rey David suplica a nuestro Dios y Señor, que no lo castigue y tenga de Él misericordia. Argumenta que está enfermo y que si lo castiga no podrá soportar la ira de Jehová. Por eso le suplica que en vez de reprenderlo, lo sane. Tenemos un Dios que se estremece al escuchar la petición sincera de alguien afectado. Él no ve que haya fallado, sino que escucha el estremecimiento de quien sufre y pide clemencia y misericordia; pero además sanidad total, porque Dios así lo hará. “Jehová, no me reprendas en tu enojo, Ni me castigues con tu ira.  Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo; Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen.” Sal.6:1-2.

Padre, no sólo nos escuchas cuando llegamos a Ti suplicándote el perdón por nuestros errores, sino también que nos ayude con nuestra enfermedad y nos sanes de la misma, amado Dios. Porque quien peca es porque enfermo está y necesita de tu sanidad, ya física, ya mental, ya emocional, ya espiritual: en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

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