¿Qué sucede cuando
le servimos a Jehová?
Bendice nuestro
pan, nuestras aguas y además nos quita toda enfermedad: “Pero al fin llegó
la hora en que él se dio cuenta de que yo no iba a figurar entre sus
afortunadas excepciones. El iba a tener que acompañarme a mí y a mi esposa,
Lois, mientras atravesáramos ese último tramo de mi camino alcohólico. Muy
característicamente, encontró el valor para decirnos, comedida y francamente,
la pura verdad. Ni por mis recursos, ni con la ayuda de los suyos, ni por otro
medio que él supiera, yo no podría dejar de beber; en un espacio de un año, tal
vez, me tendrían confinado en un manicomio, o yo habría sufrido unas graves
lesiones cerebrales o estaría muerto.” Bill Wilson; El Lenguaje del Corazón”; pág. 244
La
promesa es de Él. Si le servimos
tendremos garantía de la comida y la bebida, pero también de algo mucho más
grandioso: Quitará de nosotros toda enfermedad.
Bill Wilson fue sanado de esa terrible enfermedad incurable. Lo que no pudo hacer el ser humano con limitada ciencia lo pudo hacer Dios y Bill Wilson le sirvió toda su vida. En mi caso, he sido sanado de toda enfermedad por mi Señor. En los últimos siete años no he visitado para nada a
ningún médico (antes lo hice por una gripe en diez años), ni padezco (ni padeceré) de ninguna de las enfermedades
modernas: hipertensión, diabetes, corazón, etc.
De ninguna: “Mas a Jehová vuestro
Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad
de en medio de ti.” Exo.23:25.
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