¿Quién nos saca
del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso?
Jesucristo,
nuestro Señor: “1.
Camino por la calle. Hay un pozo en la vereda. Estoy distraído, pensando en mí,
y caigo en él. Me siento perdido, infeliz, incapaz de pedir ayuda. No fue mi
culpa, sino de quien cavó ese pozo. Me indigno, me siento desesperado, soy una
víctima de la irresponsabilidad de los otros, y quedo mucho tiempo ahí dentro.”
Paulo Coelho, Reflexiones Diarias; “Las cinco actitudes diferentes”;
pág.70.
Innumerables
son la cantidad de pozos que hay en este mundo para aprisionarte. Como le pasó a José el hijo de Israel,
podemos caer en más de uno de ellos durante nuestra vida. Si mi actitud es de
culpar a otros, quienes quizás fueron los responsables de haber cavado para mí
ese pozo, quedaré atrapado en él y te aseguro que el tiempo no te sacará de
ahí. Mas si nosotros invocamos a nuestro
Padre Celestial, para poder ser capaces de perdonar a quienes nos hicieron
caer, te aseguro que nos sacará de ahí, sin más ni más. “Y me
hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre
peña, y enderezó mis pasos.” Sal.40:2.
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