¿Cuáles son
algunas de los sentimientos nuestros que odia el Señor?
La soberbia, la
arrogancia: “Pero
nadie logró la sobriedad, esta experiencia me enseñó una magnífica lección: iba
aprendiendo penosamente la forma de no comunicarme. Por verídicas que fueran
las palabras de mi mensaje, no podría haber ninguna comunicación profunda si lo
que yo decía y hacia iba teñido de soberbia, arrogancia, intolerancia,
resentimiento, imprudencia o un deseo de reconocimiento personal - aunque
apenas era consciente de estas actitudes. Sin darme cuenta, había caído muy
pesadamente en estos errores. Mi experiencia espiritual había sido tan súbita,
tan resplandeciente, y tan poderosa que había empezado a estar convencido de
que yo estaba destinado a curar a casi todos los borrachos del mundo. Esto era
soberbia.” Bill Wilson, “El Lenguaje del Corazón”, Pág.246.
Cuando
Dios, en su gran misericordia, nos llama a su trabajo y nos extiende su brazo
de amor y salvación; es muy común, que nosotros actuemos con soberbia. Este sentimiento de superioridad, siempre va
acompañada de intolerancia, resentimiento e imprudencia. Solemos sentirnos ahora tan “puros” y “nobles”,
que señalamos y acusamos a otros de impíos y pecadores. O bien, cometemos el error de pensar que Dios
nos ha dado a nosotros la exclusividad en la tarea de salvar al mundo, ayudar,
sanar, profetizar, ministrar o discipular a otros. “…La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa,
aborrezco.” Pr.8:13.
Padre,
sólo Tú puedes llegar a mantenernos humildes.
En nosotros hay soberbia y arrogancia.
La imprudencia, la intolerancia para con los demás está a la orden del
día. Permítenos cada día aprender de Ti y de tu humildad para servir con
amor a los demás. En el nombre de Jesús,
amén. Tu hermano y amigo Daniel
Aragón. Feliz día en el Señor.
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