¿Por qué amarnos
los unos a los otros?
Porque al dar
amor, recibimos amor. Al recibir amor,
podemos dar amor: “Al estar encerrado en mis propios deseos, al vivir en
ese error, me privé de poder dar amor. Pero cuando vine a esta comunidad, donde
recibí comprensión, amor y hermandad; pude aprender a ser útil a los demás.”—testificó
entusiasmado Eustaquio. “Si bien la ley
espiritual nos dice que dando es como recibimos, nuestra vida tiene propósito,
cuando el amor compartimos”—se expresó Gaudencio, el sabio maestro.” Cuentos
del Reino; Daniel Aragón; “Una vida con propósito: Al amarnos los unos a los
otros”; 05-11-2017.
Cuando al Señor
llegamos y en la iglesia o comunidad de fe nos congregamos, sentimos el amor de
hermanos. Nos reciben, nos comprenden:
sin juzgarnos, sin señalarnos. Nos animan y nos preparan para emprender los
propósitos del Altísimo en nuestras vidas.
Entonces servimos a otros y le damos también de ese amor recibido. La verdad es que nuestra vida se abre para
adquirir un propósito en Dios, y esto es posible cuando nos amamos los unos a
los otros. “Un mandamiento nuevo os doy:
Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a
otros.” Jn.13:34.
Padre,
te doy gracias por la comunidad espiritual donde me has llevado. Ahí me recibieron con ese amor que cubre
multitud de pecados. No me señalaron, no me juzgaron. Tan
sólo me dieron la oportunidad de poder ser como ellos para poder dar luego, amor
a los demás, en el nombre de Jesús, amén.
Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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