¿Cómo vamos a meditar
y a orar?
En lo secreto, en
lo íntimo, solos: “Aconsejaba
el sabio Gaudencio, de lo importante de meditar y orar en lo secreto. “Es
simplemente hermoso, deberías experimentarlo a diario. Estamos solos con Dios, estamos solos, pero
no solitarios—dijo entusiasmado—Antes teníamos soledad, esto es una terrible enfermedad. Pero ahora, ya no más, la soledad se va.
Cuando con Dios estás en comunión, ya no hay más soledad. Pero es importante
estar solos con Dios. Meditar sobre algún problema, algún proyecto, algún
defecto que tengas. Una mala acción, un error, o bien un acierto, un éxito que
tengas. No importa, meditar, reflexionar
y orar. Tres pasos importantes para
dar. Sólo estando a solas. Nuestro
espíritu se alegra y se llena con su presencia.” Cuentos
del Reino; Daniel Aragón; “Meditar, reflexionar, orar a solas has de estar”;
24-11-2017.
En nuestra vida cotidiana
buscamos estar solos para leer, para escuchar música, para hablar con un ser
querido, para analizar un escrito, para trabajar o realizar algún
proyecto. Incluso para escribir. Es importante para nosotros estar a
solas. Nunca solitarios. A solas. Experimenta la importancia de
meditar y reflexionar sobre temas, asuntos, acciones, problemas, errores,
éxitos y proyectos; y, luego, ponerlos en oración a Dios, hablar con Él. Agradecerle, alabarle, adorarle. Decirle lo importante que Él es para ti. Si Jesús mismo necesitaba hacer esto, ¿cuánto
más nosotros? “Despedida la multitud,
subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.”
Mt.14:23.
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