¿Qué buscaré con
ansias y compulsión?
La locura del amor
de Dios: “Lo
que veo es puro fanatismo, locura desborda al infinito. Está bien creer en Dios, pero eso de
abandonar todo lo que sos: dejar de festejar y ya no bacanalear, abandonar tus
antiguas amistades y no frecuentar ya las discotecas y lupanares. Dejar de fumar, de tomar y todos los días
frecuentar tu comunidad espiritual, me parece una locura sin par.”—le expresó
Eulalio a su amigo Eustaquio. “Y te
faltó: ahora medito y reflexiono, a diario estudio la Palabra de Dios. Leo literatura de provecho, aquella que te
hace crecer. Sirvo a los necesitados de amor y a ellos comparto mi experiencia,
mi fortaleza y mi esperanza en este Reino de Dios. Sé que para ti es locura, pero el loco he
sido yo, ahora Dios me ha devuelto la cordura” Cuentos del Reino; Daniel Aragón, “Maravillosa locura me ha devuelto
Dios”; 09-11-2017.
Es que la manera
de pensar, como producto de existir, vivir, estar y actuar en un mundo caótico,
afectado y caído; es de la misma manera. Cuando conocemos al Señor entonces
comenzamos a creer su Palabra por la fe que renace en nosotros. Al creerla, meditarla, vivirla y actuarla nuestros
pensamientos y actuaciones van cambiando tanto, que se hacen diametralmente
opuesto a lo que ha sido norma en este mundo.
Por eso es que la persona natural, sin Dios, piensa que lo que hacemos
es locura. Y no puede ser entendida
porque se discierne por el propio Espíritu de Dios. “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de
Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de
discernir espiritualmente.” 1Cor.2:14.
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