Al contrario, Dios
está para sacarnos victoriosos de ellas: “Algunos tenemos la impresión que
las contrariedades de la vida son una serie de pruebas cósmicas destinadas a
enseñarnos algo. Esta creencia se ve claramente cuando sucede algo traumático y
nos lamentamos…. Puede que hasta pensemos que sufrir terriblemente por alguna
tragedia de la vida sea una prueba a nuestra fe. Pero un Poder Superior
bondadoso no pone a prueba nuestra recuperación, nuestro carácter ni nuestra
fe. En la vida simplemente pasan cosas, y algunas son dolorosas. Muchos hemos
perdido un amor sin tener la culpa. Algunos hemos perdido todos nuestros bienes
materiales. Unos pocos hasta hemos sufrido la pérdida de nuestros hijos o a
nuestros padres. A veces la vida puede ser terriblemente dolorosa, pero no es (Dios)
quien nos hace sufrir. Más bien, ese (Divino ser), está constantemente a
nuestro lado, listo para llevarnos en brazos sino podemos caminar solos. No hay
daño que cause la vida que el Dios que concebimos no pueda sanar.” “Esto
no es una prueba”; A.A.HIVOC. 🇨🇴.
Muchos
son los cristianos que aún creen que es Dios quien nos envía los problemas, las
tragedias, o las situaciones duras de esta vida afectada. Y eso no es así. Este mundo está afectado
desde la caída. Mas Dios muestra su amor
y misericordia con sus hijos, ayudándonos e interviniendo por nosotros para
bien. Sea cual sea nuestra situación, si le pedimos de corazón su ayuda viene
para acabar con nuestras angustias. “Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró
de todas sus angustias.” Sal.34:6.
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