Una blanda
respuesta dar: “No
lo entiendo maestro Gaudencio, simplemente no lo entiendo. Ya nos habíamos
calmado, y aunque suave, reconozco que le hablé con sarcasmo. Esto provocó una explosión y fuimos subiendo
los dos el tono de nuestra voz. Cuando vi, ambos airados estábamos, y malas
palabras y maldiciones nos decíamos”—le confesó Eulalio al sabio. Éste último
le dijo raudo: “La ira, mi querido muchacho, se infiltra subrepticiamente
utilizando muchos disfraces: el sarcasmo, lo que tú usaste. Pero también está
presente en la intolerancia, en la angustia, en la envida, en el cinismo y la
desconfianza. En el descontento, la autocompasión, la malicia, las sospechas,
los celos, la conmiseración.” Cuentos
del Reino; Daniel Aragón; “La ira y sus disfraces”; 21-02-2018.
Dar
una respuesta blanda, significa una palabra sincera, amable y con suave tono. Pero
cuando usamos ironía, sarcasmo, intolerancia y desconfianza, por ejemplo;
estamos disfrazando nuestra respuesta “amable”, pues dentro de ella hay una
emocional fórmula reactiva que va a causar una gran explosión por medio de la
ira. Por eso debemos de auto examinarnos y con nosotros sincerarnos: ¿Qué
disfraz del enojo usé en mi respuesta? Esos sentimientos como la malicia,
sospechas y celos, son autodestructivos. Me impedirán dar una buena respuesta
que va a hacernos enojar. “La blanda
respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor.” Pr.15:1.
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