Con la Luz,
nuestro Dios y Señor: “No
he podido ver el sol claro. Estoy pasando por verdaderas noches oscuras casi a
diario, mas cuánto quisiera que un rayo de esperanza a mí viniera.”—se quejó
Eulogia. Gaudencio que le escuchó, así
le aconsejó: “Aparta tus lágrimas derramadas por la aflicción, pues ellas no te
dejan ver las estrellas. No te apures
por tu noche oscura, antes de amanecer y ver la luz es más oscura todavía.
Recuerda, Dios hizo la luz, las tinieblas es la falta de ellas. ¿Quieres al
amanecer ver salir?, recurre ya a quien puede iluminar tu oscuridad” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “La luz
en verdad, vence la oscuridad”; 06-02-2018.
Queramos o no,
vamos a pasar nuestras noches donde la oscuridad es densa y además son noches
largas. Situaciones que vivimos de
momentos de angustias, problemas, o que nos encontremos en situaciones extremas.
No vemos que amanece y buscamos el amanecer desesperadamente. Pero con Dios,
quien es la Luz, ese amanecer se vuelve glorioso e imponente. “El rey, pues, se levantó muy de mañana, y
fue apresuradamente al foso de los leones. Y acercándose al foso llamó a voces
a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios
tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones?”
Dn.6:19-20.
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