Como ciudad sin
defensa y sin murallas: “Le dije cosas furioso que luego me arrepentí. Es que estaba fuera de mí. Sé que la ofendí y profundamente la
herí. Fue un arranque temperamental,
pero sé que con mis gritos y rabietas hice mal”—se confesó Aurelio ante el
siempre paciente amigo, Gaudencio. Y la respuesta del sabio salió como un rayo:
“Cuando nos ponemos así mi estimado señor, lo mejor de nosotros dejamos a un
lado para sacar del fondo de nuestro corazón lo peor. Decimos, hacemos y
pensamos cosas desagradables por nuestro temperamental arranque. Para luego ver
cómo hemos arrasados a los que quizás más amamos. Les dañamos, luego lo comprobamos” Cuentos del Reino;
Daniel Aragón; “De vos no saqués lo peor”; 19-02-2018.
Un
vídeo de Mauricio Benoist nos dice: “hay una ley universal que dice: emoción
sube, inteligencia baja” En otras palabras, cuando el cerebro emocional se
activa, el racional se apaga. Entonces decimos,
hacemos y pensamos cosas terribles, que luego, cuando la emoción se va, viene
la razón y nos dice: “Fallaste, humillaste, arrasaste, golpeaste, mataste”
Ciertamente cuando no nos dominamos, quedamos sin defensa y sin murallas, listo
para que el enemigo entre y nos destruyas por una rabieta temperamental: “Como ciudad sin defensa y sin murallas es
quien no sabe dominarse.” Pro.25:28, NVI.
Padre,
te pido que el fruto del Espíritu Santo: Dominio propio y paciencia, sean en
nosotros. Que el arrebato de la cólera no sea en nosotros y que podamos tener
dominio propio en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz
día en el Señor,
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