La culpa: “Día a día,
tratamos de acercarnos un poco a la perfección de Dios. Así que no tenemos que
consumirnos con un sentimiento sensiblero de culpa si no logramos alcanzar Su
imagen y semejanza el jueves que viene. Nuestra meta es el progreso, y Su
perfección es el faro, a años luz de distancia, que nos sigue guiando.” William Wilson; “Como lo ve Bill”, *-LA
CULPA-*, pág.15.
La
culpa, es ese sentimiento que experimentamos y cuyo origen emerge cuando realizamos
una acción que provocó a otra persona, u otras, un daño. También se produce
cuando se omite de manera intencionada algún hecho. La culpa, es la herramienta
preferida por nuestro enemigo, Satanás, para acosarnos y acusarnos. Podemos llegar
a experimentar sentimientos de culpa por ofender verbalmente o con hechos; por
no haber alcanzado alguna meta propuesta; por no haber dejado tal actitud, adicción
o hábito; o bien, porque no cumplí algo prometido. Hay un sinnúmero de situaciones
en que sentimos culpa. Dios, es el único
que nos libera de ella, cuando hemos confesado a Él nuestros errores y le
pedimos ayuda para superarlos. “Y decían
el uno al otro: Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano, pues vimos
la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no le escuchamos; por eso ha venido
sobre nosotros esta angustia.”
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