¿Qué debemos de
hacer cuando estemos angustiados?
No abrir nuestra
boca:
“Eulalio quería expresarle a su maestro, el porqué había actuado tan mal con
Aurelio: “Me dijo tantas cosas horribles y feas, que mi angustia fue creciendo
como la marea. Además prometió que mi error se lo contaría a mi hijo, y eso me
dejó muy afligido. Por eso respondí, le golpeé duro, ¡así me defendí!” –terminó
la frase con los puños crispados el joven Eulalio. “Siempre respondemos de esa
u otra manera, cuando nuestro ego se ve afectado, siempre de una forma
violenta. Es que queremos dejar por sentado nuestra verdad, deseamos hacer
saber a los demás que el mal, no está en mí está en usted.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Angustiado
y afligido no abrió su boca”; 28-10-2018.
Cuando
leo y veo el temple, el carácter de nuestro Señor Jesucristo, quien habiendo
sido golpeado, torturado, escarnecido y difamado injustamente; estando aún
angustiado y afligido no abrió su boca para tratar de defender su posición, su
razón y su verdad; me siento pequeñito.
Él no sólo tenía la verdad, es la Verdad; no sólo podía defenderse con
jurisprudencia, es la Justicia es Legislador; no sólo podía contestar el golpe,
es el Todopoderoso; pero, no lo hizo. Se lo dejó todo a la voluntad de Dios y
controló desde su situación de humano, su dolor, aflicción y angustia. “Angustiado él, y afligido, no abrió su
boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus
trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.” Is.53:7.
Padre,
dame de ese temple, de ese carácter que tiene tu amado Hijo Jesucristo. Que tu Santo Espíritu derrame sobre
nosotros esa mansedumbre, esa paciencia, esa fe; en el nombre de Jesús, amén. Tu
hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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