lunes, 29 de octubre de 2018

Angusitado y afligido no abrió su boca


¿Qué debemos de hacer cuando estemos angustiados?
No abrir nuestra boca: “Eulalio quería expresarle a su maestro, el porqué había actuado tan mal con Aurelio: “Me dijo tantas cosas horribles y feas, que mi angustia fue creciendo como la marea. Además prometió que mi error se lo contaría a mi hijo, y eso me dejó muy afligido. Por eso respondí, le golpeé duro, ¡así me defendí!” –terminó la frase con los puños crispados el joven Eulalio. “Siempre respondemos de esa u otra manera, cuando nuestro ego se ve afectado, siempre de una forma violenta. Es que queremos dejar por sentado nuestra verdad, deseamos hacer saber a los demás que el mal, no está en mí está en usted.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Angustiado y afligido no abrió su boca”; 28-10-2018.

Cuando leo y veo el temple, el carácter de nuestro Señor Jesucristo, quien habiendo sido golpeado, torturado, escarnecido y difamado injustamente; estando aún angustiado y afligido no abrió su boca para tratar de defender su posición, su razón y su verdad; me siento pequeñito.  Él no sólo tenía la verdad, es la Verdad; no sólo podía defenderse con jurisprudencia, es la Justicia es Legislador; no sólo podía contestar el golpe, es el Todopoderoso; pero, no lo hizo. Se lo dejó todo a la voluntad de Dios y controló desde su situación de humano, su dolor, aflicción y angustia. “Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.” Is.53:7.

Padre, dame de ese temple, de ese carácter que tiene tu amado Hijo Jesucristo. Que tu Santo Espíritu derrame sobre nosotros esa mansedumbre, esa paciencia, esa fe; en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

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