No confiaré en mi arco ni en mi espada

¿Confiaré en mis armas y mis destrezas?

De ninguna manera, confiaré en Dios: “Eulogia llegó eufórica y así le dijo a Orquídea: “Mira chica, me gradué de Taekwondo, cinta negra primer dan. Ninguno de mis enemigos ahora me vencerán, pues soy una experta en el arte marcial” Orquídea quedó viendo fijo a su amiga, y así le dijo con una sonrisa: “Eulogia, puedes llegar a tener el séptimo dan, y aun así cualquiera de tus enemigos te vencerán. Quien te guarda de los que te quieren hacer mal, no son tus destrezas ni tu capacidades guerreras.  Quien te libra de toda maldad, se llama Jehová” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Quien te libra de todo mal, es Jehová”; 11-10-2018.

Por mucha fuerza y capacidad guerrea que tengamos, nos derribarán tarde o temprano. Y en esta lucha espiritual, el enemigo es más fuerte y poderoso que cualquiera de nosotros. Por ello, no podemos confiarnos ni en nuestras fuerzas, ni en nuestras armas. Lo mejor es confiar en quien puede darte la paz en medio del violento conflicto, en quien puede derrotar totalmente a tus enemigos, en quien los puede avergonzar delante de ti, porque eres su ungido (a). “Porque no confiaré en mi arco, ni mi espada me salvará; Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos, Y has avergonzado a los que nos aborrecían.” Sal.44:6-7.

Padre, has derribado siempre las malignas intenciones del enemigo, me has cuidado, me has guardado y delante de mí los has avergonzado, porque Tú y sólo Tú me has de ellos salvado en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.