¿Quién guarda su
alma de angustias?
El que guarda su boca y su lengua: “¿Y desde cuándo eres amiga de Eustolia?—le preguntó Decaulión a Eulogia—“Ahh, desde niñas, anduvimos jugando y juntas por todos lados correteando. Cuando éramos quinceañeras buscando novios andábamos. Los aceptábamos, los besábamos, con ellos jugábamos y luego los dejábamos.”—respondió la chica entre carcajadas y risas. “Y usted, ¿quién es que hace preguntas de entrometido?”—inquirió la chica. “Ahh, yo soy su prometido”. Desde ese día Eulogia fue amiga de Eustolia, maestro. El sabio Gaudencio le dijo presto: “El que guarda su boca y lengua su alma guarda de penas” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “El que guarda su boca y lengua, su alma guarda de penas”; 24-10-2022.
La persona que habla y no mide su lengua, habla de más, aun dice cosas que no vienen al caso o no le preguntan. Ahí es cuando se mete en angustias, porque da una información que seguramente molestará o alegrará (si es una persona enemiga de quien se habla) a alguien. Mas si aquello que contamos nos fue dado en secreto, en confianza, para que lo guardáramos dentro de nuestra alma. “El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias.” Pr.21:23.
Padre,
guarda mi boca y mi lengua siempre Señor. Que
hable siempre lo necesario y que no dé información innecesaria a quien no le
compete, menos sí es de su interés. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y
amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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