sábado, 26 de noviembre de 2022

¿Qué no debemos de ser?

De aquellos que salen por fiador de deudas: “Fue algo tremendamente difícil y doloroso, llegaron los del banco con una nota de desalojo. A Tertuliano lo dejaron en la calle, sin misericordia perdió su casa, la que había construido en el valle. Todo porque su amigo Decaulión, al que le había servido de fiador, una gran deuda no pagó. Pobrecito Tertuliano, no debió eso haberle pasado”—comentó Eulogia con tristeza. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo estas palabras llenas de certeza: “Espero que tú no seas de las que por otros se comprometen, que salen de fiador de deudas que otros adquieren.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “No seas fiador de otro deudor”; 22-11-2022.

La Palabra de Dios nos recomienda, y varias veces, que no se nos ocurra ser fiadores de nadie. Porque ciertamente, ni vamos a disfrutar del dinero que prestaron y podemos ser objetos de embargo, cosa que nos puede dejar en una situación realmente afectada. ¿Para qué vamos a sufrir esto? Mejor es decir “no”, que tener que lamentar por no haberlo hecho. “No seas de aquellos que se comprometen, Ni de los que salen por fiadores de deudas. Si no tuvieres para pagar, ¿Por qué han de quitar tu cama de debajo de ti?” Pr.22:26-27.

Padre, yo ya he experimentado el ser fiador y quedar afectado, esto hace muchos años. Desde ese tiempo, no me he ni siquiera endeudado, menos servir de fiador de alguien. Esto me ha permitido vivir tranquilo. Gracias Señor, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

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