¿En qué no debemos
de afanarnos?
En hacernos ricos: “Las monedas doradas tintineaban en las manos de Eustatio, produciendo ese sonido peculiar que a sus oídos era musical. “¿Dónde las conseguiste? Es oro puro este metal.”—le afirmó a Eustracio, su amigo de aventuras, de malos y buenos ratos. “Vamos donde haya más, que con esto nos hacemos ricos, y si alguien quiere impedírnoslo, pues a disparar, esto está de más.”—“¿Qué le parece esa actitud maestro?”—inquirió Eufronia con premura. Su maestro, el sabio Gaudencio le dijo con dulzura: “No te afanes por hacerte rico, sé prudente y no vayas a cometer una locura” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “El que se afana por hacerse rico, no tiene buen juicio”; 27-11-2022.
“Por nada estéis afanosos”, nos dice la Palabra de Dios, y por supuesto que no debemos de estarlo por tratar de hacernos adinerados. El consejo nos advierte: “Sé prudente”, “desiste”; o sea, que si renunciamos a tal propósito nos volvemos prudentes. Esto porque hay personas que en su desesperación por hacerse rico, son capaces de realizar cualquier cosa. “No te afanes por hacerte rico; Sé prudente, y desiste.” Pr.23:4.
Padre,
hazme lo suficientemente sabio para saber detenerme en cuanto al deseo de
obtener riquezas. Realmente las
bendiciones no es la obtención de lo material, sino de aquello que nos produce
en Ti amor, paz, paciencia, bondad, fe, benignidad, mansedumbre y dominio
propio. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz
día en el Señor.
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