domingo, 19 de noviembre de 2017

Él calma tu tempestad

¿Qué pasa cuando se levantan tormentas en nuestras vidas?
En nuestra barca viaja Jesucristo, Él las calma y trae paz a nuestras vidas: “Maestro Gaudencio, es que usted no sabe cómo me siento.  Estoy muriendo por dentro, el dolor es atormentador, ya no lo aguanto Señor. No esperaré más, responderé a mi manera, no aguanto esta tempestad”—Gritó Eustaquio, nuestro buen muchacho.  Mas así le dijo el sabio: “Se te hace una amalgama de sentimientos dentro de tu alma.  Un nudo fuerte en el estómago, cuando el dolor es insoportable, te quedas atontado, no ves afuera la belleza y el paisaje.  Le pides a Dios que de esa tormenta te saque, y aunque sigues sufriendo por alguna razón, no recaes. Y cuando ya no aguantas más las olas del mar, viene Él y te calma la tempestad” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “El dolor pasará, el calmará tu tempestad”; 18-11-2017.

Cuando en tu relación has dejado dormir al Señor, la tormenta no se hace esperar.  El sufrimiento es fuerte: lloras, constantemente sollozas, tus pensamientos son un tormento.  Hay desvelos y aunque hablas con Dios, no parece que al final de la oración te sientas mejor. Nada tiene sentido y pierdes la perspectiva de tu vida.  Todo parece ir a la deriva. Entonces no tienes alternativa: gritas, amenazas, tiemblas, lloras en los rincones como niño (a) sin razones.  Y entonces Él se despierta y en un momento para la tormenta.  “Pero mientras navegaban, él se durmió. Y se desencadenó una tempestad de viento en el lago; y se anegaban y peligraban.  Y vinieron a él y le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Despertando él, reprendió al viento y a las olas; y cesaron, y se hizo bonanza.”  Lc.8:23.24.

Padre, sé que cuando me siento así, es por falta de fe.  Porque no veo tu protección, tus planes, ni tus propósitos. Leo a Cristo y Él se convirtió en un varón de dolores, en alguien experimentado en quebrantos, que a pesar de la terrible tempestad, siempre vio tu voluntad. Que no me digas: “Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? (25)”, sino que de Ti la adquiera en el nombre de Jesús, amén.  Tu hermano y amigo Daniel Aragón.  Feliz día en el Señor. 

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