jueves, 23 de noviembre de 2017

Enfrentar la adversidad con gozo

¿Qué debemos de hacer contra la adversidad?
Tenerla por sumo gozo: “A eso de caer y volver a levantarte, de fracasar y volver a comenzar, de seguir un camino y tener que torcerlo, de encontrar el dolor y tener que afrontarlo. A eso no le llames adversidad, llámale sabiduría.  A eso de sentir la mano de Dios y saberte impotente, de fijarte una meta y tener que seguir otra, de huir de una prueba y tener que encararla, de planear un vuelo y tener que recortarlo, de aspirar y no poder, de querer y no saber, de avanzar y no llegar. A eso no le llames castigo, llámale enseñanza…” Tomado del poema Anónimo: “A Eso”.

“La adversidad nos presenta con nosotros mismos”—dijo cierto poeta.  Y es que sólo con ella nos damos cuenta de quiénes somos realmente.  ¿Nos disgusta cuando las personas no hacen lo que uno espera de ellos?  ¿O, nos quejamos y conmiseramos porque nos pasó tal o cual fatalidad? ¿Y si erramos, será por la adversidad?  Pero al fin, qué es adversidad: se refiere a algo o alguien que resulta contrario u opuesto, desfavorable o enemigo. Sinónimos: infelicidad, desdicha, desventura, fatalidad, desastre, accidente, tribulación, dificultad, problema, tener mala pata. Pero como ves, todo eso es una opción nuestra, si la tomamos así, o lo vemos como una oportunidad para enderezar nuestro carácter.  “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,” Sgo.1:2.

Padre, gracias te damos porque Tú nos enseñas que no es que debemos de luchar o pelear en contra de la adversidad.  Es poner buena voluntad de nuestra parte para poder verte a Ti a la par nuestra para poder llenarnos del coraje y valentía para enfrentarla y superarla en el nombre de Jesús, amén.  Tu hermano y amigo Daniel Aragón.  Feliz día en el Señor. 

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