¿Qué hace quien
menosprecia a su prójimo?
Peca: “Dicen que los
perfeccionistas, o rebosan de vanidad porque creen haber alcanzado algún
objetivo imposible, o se sumen en el desprecio de sí mismos por no haberlo
alcanzado. Sin embargo, no creo que debamos ser de esta opinión. El que
abusemos de los grandes ideales de vez en cuando, convirtiéndolos en pretextos
superficiales para la culpabilidad, la rebeldía y la soberbia, no es culpa de
los ideales en sí. Al contrario, pocos son los progresos que podemos hacer
mientras no intentemos saber cuáles son los valores espirituales eternos.” Bill
Wilson, “El Lenguaje del Corazón”; “La humildad para hoy”; pág.259.
Eso
muchas veces sucede en el pueblo cristiano.
Hay veces podemos optar posiciones perfeccionistas y llegar incluso a
proclamar que ya no pecamos, y podemos tener el paradigma de haber alcanzado un
nivel en el cual nos podemos sentir superiores a los demás. Otros, entramos en un estado de depresión y
auto-aborrecimiento porque tenemos la falsa sensación que jamás podremos
alcanzar esa perfección. Entonces nuestra
actitud ante la ley de Dios se dispara en una rebeldía, en auto justificación,
en señalamientos o en posiciones soberbias.
Esto es menospreciar al prójimo o nosotros mismos: “Peca el que menosprecia a su prójimo; Mas el que tiene misericordia de los pobres es
bienaventurado.” Pr.14:21.
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