lunes, 21 de agosto de 2017

Humildad para hoy: Procurar hacer la voluntad de Dios

¿Cómo quiere que andemos nuestro Dios y Señor?
Con toda humildad y mansedumbre: “Por ejemplo, estoy convencido de que debo tratar de formular la mejor definición de la humildad que yo pueda imaginar. Esta definición no tiene que ser consumadamente perfecta - solo se me pide que lo intente. Por ejemplo, puedo elegir la siguiente: "La humildad perfecta sería un estado de total liberación de mí mismo, una liberación de todas las pesadas exigencias que ahora me imponen mis defectos de carácter. La humildad perfecta sería una plena disposición, a toda hora y en todo lugar, de saber y hacer la voluntad de Dios."” Bill Wilson, “El Lenguaje del Corazón”; “La humildad para hoy”; pág.259.

La humildad necesaria para estar en mansedumbre, para poder ser tolerante y paciente con los demás, para poder amar a nuestros hermanos aún con sus diferencias; no se adquiere por imposición de manos.  Se aplica, se acciona, se dispone uno a realizarla.  Se ora al Señor y se ponen nuestros defectos de carácter ante Él.  Además, me dispongo a ser amable, afable, bondadoso, a no maldecir sino a bendecir, a no contestar mal ni pagar mal por mal, a perdonar, a pedir perdón, a reconocer mi error, a creer que Dios guía mi vida y le da propósito.  Me propongo proceder a cumplir con la voluntad de Dios.  Hoy puedo disponerme a hacer esto. “con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,” Efe.4:2.

Padre, la humildad perfecta es llegar a realizar tu voluntad siempre.  Tu amado Hijo Jesús nos dio ejemplo de ello.  Sabemos que Tú nos llevas hacia esa perfección si mi dispongo hoy a pedirte tan sólo la humildad necesaria para que me guíes hoy a procurar realizar tu voluntad, en el nombre de Jesús, amén.  Tu hermano y amigo Daniel Aragón.  Feliz día en el Señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario