sábado, 12 de agosto de 2017

Culpabilidad y soberbia, dos caras de una misma moneda

¿Quién nos libra de toda culpa?
Nuestro Dios y Señor: “Hoy, creo que puedo percibir una clara conexión entre mi culpabilidad y mi soberbia. Ambas me servían para atraer la atención de la gente. En mi soberbia podía decir: "¡Mira lo magnífico que soy!" Sumido en la culpabilidad, lloraba, "Soy un hombre horrible." Por lo tanto, la culpabilidad es la otra cara de la moneda de la soberbia. La culpabilidad nos encamina a la autodestrucción, y la soberbia está encaminada a la destrucción de otra gente.”  Bill Wilson; “El Lenguaje del Corazón”; “La humildad para hoy” pág.258.

La culpa es la mejor arma que tiene el enemigo para querer destruirnos.  La culpa nos sume en estados depresivos autodestructivos.  Interesante la postura de Bill Wilson, en cuanto a que la culpa es la otra cara de la moneda de la soberbia.  Pero, mientras la soberbia afecta a otras personas, la culpabilidad lleva el objetivo de la autodestrucción.  Destruimos la culpabilidad confesando nuestros pecados a nuestro Dios y Señor, así como reparando el daño (cuando esto es posible) a quienes hemos afectado.  Jesucristo nos libra de toda culpa. “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.  Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah” Sal.32:5.

Padre, nuestro pecado siempre está delante de Ti.  Cuando confesamos los mismos, Tú nos libra de toda iniquidad, por lo tanto, nos liberas de culpabilidad.  Por supuesto, que siempre seremos responsables de las consecuencias de nuestros pecados, pero somos libres de toda culpa, en el nombre de Jesús, amén.  Tu hermano y amigo Daniel Aragón.  Feliz día en el Señor. 

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