¿Qué pasó con el
triunfo del Reino de Dios?
Todos los
prisioneros salieron libres: “Aurelio no quería perdonar a su padre
terrenal: “Es que usted no sabe maestro, ha sido muy difícil vivir con él ese
sufrimiento. ¿Por qué he de perdonarlo así nomás, debe de sufrir ese mismo
malestar”—dijo casi convencido. El sabio maestro, le dijo casi al oído: “Cuando
no perdonas estás prisionero. Eres cautivo de tus odios, resentimientos y
amarguras, eso no es bueno. No sólo te enfermas integralmente, también haces
que fracases completamente. Mas yo te ordeno a ti; prisionero del odio: ¡Salid!”
Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “En el
Reino; salimos a libertad los presos”; 17-02-2019.
Muchos
eran los barrotes que constituían nuestra celda para dejarnos atrapados y en
tinieblas. Odios, amarguras, conmiseración, dolor, egocentrismo, señalamientos, juzgar,
chismes, condenación, maledicencia, adicciones, emociones, dependencia, etc.
Cuando llegamos al Señor Él nos ordena salir de esas prisiones y mostrarnos a
la luz. Lo precioso es que no sólo nos liberta, sino que también nos apacienta
para ser llenados con su Palabra, Servicio y Amor. “para que digas a los presos: Salid; y a los que están en tinieblas:
Mostraos. En los caminos serán apacentados, y en todas las alturas tendrán sus
pastos.” Is.49:9.
Padre,
gracias por liberarme de mis oscuras prisiones; porque he salido a la libertad y a la luz de tu Reino, para darte a conocer
a otros cautivos y poder decirles: Salid y mostraos, hay bendición a montón, en
el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el
Señor.
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