¿Cómo habla el pobre?

Con ruegos: “Por favor deme la oportunidad, mire yo le voy a barrer bien y además no le voy a fallar. Pero deme un chancecito por amor a Dios. Yo quiero trabajar”—rogó el pobre Abudemio con desesperación. Sin embargo don Eulampio, un rico de mi barrio, cuando el alcalde llegó y le preguntó si podía con la ciudad colaborar, esto le contestó: “Ustedes lo que valgo no me lo pueden pagar. Pídale a otro, yo no puedo mi tiempo valioso, para la ciudad gastar”—expuso Eulalio a su maestro con cierto malhumor. El sabio Gaudencio le dijo con ardor: “El pobre habla con rogativas, más el rico con altanería” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “El pobre habla con rogativas, el rico con altanería”; 31-07-2022.

El primero es empujado a hablar con ruegos, solicitud, súplica porque lo influye la necesidad. No significa que lo hace con humildad, sino que ha aprendido a mover el corazón de las personas a través de las rogativas. El rico responde con dureza, altanería, soberbia palabras duras y fuertes, porque se escuda en su dinero. “El pobre habla con ruegos, Mas el rico responde durezas.” Pr.18:23.

Padre, Tú nos enseñas un camino mejor para solicitar algo o responder a una solicitud: la humildad. Ella no usa palabras duras o prepotentes, ni tampoco palabras solícitas falsas. Que mi hablar sea con humildad y mis solicitudes amables y cordiales, para tu gloria y mi paz. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.