sábado, 16 de mayo de 2020

Jamás su rostro se cubre de vergüenza

¿Cómo están los que acuden al Señor?
Radiantes: “Te ves esplendorosa, ¿cómo haces para verte tan hermosa”—le dijo Eustorgia a Orquídea, su mejor amiga. Ella le contestó enseguida blandiendo su rostro una bella sonrisa: “Cuando llegas al Señor y sabes que todo Él te perdonó, entonces ya la vergüenza pasó, no hay más humillación. Aun cuando fallas, acudes a Dios y la vergüenza se larga. Y quitada de tu rostro la preocupación, tu tez se vuelve radiante al recibir del Señor tanto amor” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Rostro radiante por el total perdón del Señor”; 15-05-2020.

La vergüenza, la preocupación por haber fallado en algo, el sentido de culpabilidad que te acusa internamente y no te deja tranquilo: todo eso pasa y el Señor te hace sentir tranquilo. Porque Él es el único que nos puede juzgar y cuando Él nos ha limpiado del pecado y no nos acusa por algo, sino por el contrario: nos ha perdonado. Entonces ya no hay porque sentir vergüenza, ni porque estar preocupados. . Por tal motivo tu rostro se vuelve radiante, como iluminado. “Radiantes están los que a él acuden, jamás su rostro se cubre de vergüenza” Sal.34:5 NVI.

Padre, cuando acudo a Ti para confesar mi error, mi pecado, mi delito; Tú jamás desechas un corazón contrito, arrepentido. El perdón otorgas a quienes acudimos a Ti y nuestro rostro refleja tu gracia al volver a sonreír; e iluminarse para tu gloria en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

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