miércoles, 6 de mayo de 2020

Y guarda mis labios.

¿Qué debo de pedir si no tengo control de lo que hablo?
Que Dios tome ese control y guarde mis labios: “La joven Eustorgia preguntó angustiada “Maestro, he tenido problemas con mis palabras. ¿Cómo puedo hacer para tener la boca cerrada?”—indagó la joven con ansiedad. Su maestro, el sabio Gaudencio le dijo con veracidad: “Pídele de corazón, a tu Señor y Dios; que de tus labios tome el control” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Toma oh Dios de mis labios, el control”; 05-05-2020.

Cuántas veces nos ha pasado, que habiendo dicho algo grosero, fuerte y hasta ofensivo; de pronto decimos: ¡Oh, y a qué hora lo dije! Pero ya es tarde, lo dijimos. Y en vez de fortalecer y reconciliar un conflicto o un mal entendido, lo empeoramos. Hay alguien que sí pude ayudarnos: Dios puede perfectamente tomar el control de nuestros labios, si a Él se lo solicitamos. “Toma control de lo que digo, oh Señor, y guarda mis labios.” Sal.141.3, NTV.

Padre, te pido Señor que tomes de mis labios el control, de manera que guardes mi boca para que de ella salga sólo bendición, para darte a Ti la gloria, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón, Feliz día en el Señor.

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