domingo, 24 de mayo de 2020

No desprecias a quien con sinceridad se humilla y se arrepiente.


¿Cuál es la mejor ofrenda para el Señor?
La humildad: “La pregunta sincera provino de Eulogia, al su maestro acercarse: “¿Qué necesito entonces para lograr humillarme?—inquirió con vehemencia. El sabio Gaudencio quedó un momento en silencio, y luego le dijo con mucha sapiencia: “Humildad, mansedumbre, honestidad; son elementos necesarios en ti para poderte humillar” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Humildad, mansedumbre, honestidad para poderme humillar”; 23-05-2020.

Sin humildad no puede haber humillación, porque para poderse uno humillar debe de reconocer que los demás yerran como yo mismo lo hago. Por lo tanto, para poder pedir perdón y perdonar uno debe de tener humildad. Mansedumbre para poder reconocer que hay un Dios que nos ordena amarlo, sujetarnos y perdonarnos. También que debo de servir a mi prójimo y amarlo. Honestidad para poder mirarme a mí mismo y reconocer mis fallos, mis virtudes; pedirle perdón a Dios y que me ayude a mejorar; y amarme para poder amar a mi prójimo. “Para ti, la mejor ofrenda es la humildad. Tú, mi Dios, no desprecias a quien con sinceridad se humilla y se arrepiente.” Sal.51:17 TLA.

Padre, te pido Señor que me regales hoy la humildad, la mansedumbre y honestidad necesarias para poder cumplir hoy con tu voluntad y ser un instrumento de tu paz, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

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