domingo, 10 de mayo de 2020

Ni me quitó su amor inagotable

¿Por qué he de alabar a Dios?
Porque no pasó por alto mi oración: “Fue Eulalio quien emocionado contó entusiasmado: “Yo pensaba que a mí Dios no me escuchaba. Pero oré al Señor y le confesé mi error; le solicité perdón y que escuchara mi petición. Él, ambas cosas me concedió”—dijo mientras elevaba una alabanza a nuestro Dios. Su maestro se sonrió, así el sabio Gaudencio gozoso exclamó: “Alaben la misericordia del Creador, su amor inagotable nos limpia de toda falla, de todo error” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Dios jamás pasa por alto tu oración”; 09-05-2020.

En Cristo Jesús, nos unimos a Dios como hijos de Él. Ese nexo es irrompible, por tanto cada vez que nosotros oramos, nuestras palabras llegan no sólo al oído del Señor, sino a su propio corazón. Jamás pasa por alto nuestra oración. Y cuando hacemos como lo hizo el rey David, que le confesó su pecado y no se lo escondió; nos acoge con misericordia y amor; y ese amor nos envuelve para cubrirnos de muchísimos pecados. Por eso y más yo le alabo: “Alaben a Dios, quien no pasó por alto mi oración ni me quitó su amor inagotable.” Sal.66:20 NTV.

Padre, te alabo y te glorifico; porque tengo tu perdón y atención por tu sacrificio; porque además soy tu amado hijo en Cristo, y porque tu amor eterno e inagotable jamás se separa de mí. Te bendigo y te exalto en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario