¿Qué debemos de
quitar de nuestro corazón?
El enojo y apartar
de nuestra carne el mal: “Daremos una lista de la formas y matices que pueden
presentar la ira en algunas ocasiones: Intolerancia, Vanidad, Tensión,
Desconfianza, Desprecio, Rigidez, Sarcasmo, Ansiedad, Envidia, Cinismo,
Auto-compasión, Sospechas, Odio, Descontento, Malicia, Celos… Tal vez el miedo también debiera estar en esa
lista, ya que muchos de nosotros creemos que la ira es frecuentemente una
manifestación del temor. No siempre estamos seguros acerca de qué nos produce
ese temor. En ocasiones, no es más que un miedo vago, generalizado e
indefinido. Y puede ocasionar una ira igualmente generalizada, que
repentinamente acabará enfocándose sobre algo o alguien. Los sentimientos de
frustración también pueden dar origen a la ira” Vigilando la ira y los resentimientos; 25 de noviembre de 2011;
Hazelden Foundation, All Rights Reserved, Under Pan American Convention.
Manifestaciones
del enojo en nosotros, se disfrazan bajo el manto de muchos defectos
subyacentes como la intolerancia, la desconfianza, el sarcasmo, las sospechas o
los celos. Esto también tiene mucho que
ver con la inmadurez emocional, la cual repunta durante nuestra adolescencia;
pero, si no se desarrolla, se termina expresando una inmadurez pueril durante
nuestra vida por medio del enojo desmedido. “Quita,
pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la
adolescencia y la juventud son vanidad.” Ecl.11:10.
Padre,
haz posible que podamos quitar de nuestro corazón ese enojo desmedido, de manera que apartemos el mal de nuestra
carne, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano
y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el
Señor.
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