Nos oye y nos libra de todos nuestros temores: “El testimonio de Eustorgia fue lleno de gloria: “La luz de su ser iluminó mi rostro de mujer. Al voltear mi mirada hacia su persona, mis temores se fueron porque Dios oyó mi clamor cuando estaba a solas”—confesó con intensidad. Su maestro, el sabio Gaudencio le dijo lleno de gozo y bondad: “Hermosas tus palabras son, porque has experimentado la presencia en tu vida de Jehová Dios” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Busqué al Señor y mi rostro de su luz se iluminó”; 15-03-2021.
Los temores externos e internos sólo pueden ser disipados por la luz que nos llena por dentro. Esta luz es la que recibimos cuando buscamos a Dios, le suplicamos su ayuda y Él nos oye. Nuestra tez se ilumina y esto hace que nuestros rostros no sean avergonzados, y que por el contrario, gozo, paz interna y afirmación, recibamos del Señor. “Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores. Los que miraron a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados.” Sal.34:4-5.
Padre,
busco tu rostro y clamo a Ti a diario. Eso hace que me libres de temores y
terrores internos y externos. Cuando luz
tenemos en nuestro interior, haces que nuestros rostros se alumbren para
recibir de Ti honor. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón.
Feliz día en el Señor.
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