¿Qué no debemos de
rehusar?
Corregir al muchacho, a tu hijo: “Aquel niño estaba inquieto, molestaba y molestaba a sus padres hasta que enojado golpeó en la cara a su madre. El padre se airó e iba a castigarlo sacándose la faja, fue entonces que se oyó la voz de la madre diciéndole: “No lo corrijas con vara. Háblale y razona con él. A pesar que es un niño con voz suave se calmará” La respuesta del pequeño fue que a su progenitora le dio otro golpe más. Pero luego se oyó la voz de un anciano que al padre increpó: “Dale, al muchacho dale, porque si ahora no lo corriges tendrás un delincuente más tarde”—contó Aurelio. “¿Qué piensa usted acerca de esto maestro?”—le inquirió. El sabio Gaudencio le dijo con mucho amor: “Unos golpes con faja no lo matarán y su alma del mal librará” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Corrige al muchacho hoy, y habrás librado su alma del Seol”; 05-12-2022.
Nuevamente la Palabra de Dios nos advierte a través de Proverbios, sobre la importancia que reviste corregir al niño, al muchacho, con faja, coyunda, o fusta. Advierte no darle para dañarlo, sino para corregirlo. Y esto le va a servir mucho al niño, a la muchacha. Su alma será librada de la muerte. “No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, Y librarás su alma del Seol.” Pr.23:13-14.
Padre,
sé que la corrección a un niño a un muchacho con faja es necesaria; a un joven
pues con otros métodos. Y todo esto trae
consecuencias de vida para los que reciben esta corrección. En el nombre de
Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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