¿Con quién no
debemos entremeternos?
Con los malignos: “Quería, como decimos en el argot juvenil, andar de peluche con ellos. Eran los malos, los respetados, los sin remedios. Pero, su popularidad en la escuela me hacía sentirme importante al lado de ellos. Tan sólo era una ilusión, una vana creencia. En realidad no les importaba nada, para ellos era un cero a la izquierda. Al final no consentí con sus acciones, les dije adiós a ellos y sus vanas ilusiones”—finalizó Esculapio con ardor. Su maestro, el sabio Gaudencio le dijo con fervor: “Bien has hecho al retirarte de ellos. No debes de entrometerte con los malvados de hecho, ni tener envidia de los perversos” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “No te metas con los malignos de hecho, ni envidies a los perversos”; 12-01-2023.
Muchas veces nos podemos sentir atraídos por la vida que llevan los malignos. Y esa atracción se basa, en que hay ocasiones en que sólo vemos lo superficial, lo aparente, lo brillante que ellos en la mayoría de casos, tienen. Autos lujosos, dinero, trajes, buenas comidas, mujeres, fiestas, alcohol, drogas, etc. Pero no vemos lo interno: egoísmo, maldad, perversidad, egocentrismo, idolatría, iniquidad, maldiciones, vociferaciones, muerte. Por eso, “No te entremetas con los malignos, Ni tengas envidia de los impíos;” Pr.24:19.
Padre,
nada tienen que hacer la luz con las tinieblas, la maldad con la bondad, la
maldición con la bendición. Que jamás me
entremeta con los malignos ni tenga envidia de la vida que puedan vivir algunos
impíos. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz
día en el Señor.
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