¿Podremos regresar de la muerte para enmendar errores?

No podemos: “Si tan sólo pudiéramos regresar de la muerte, contaríamos a todos que es lo que ahí nos sucede. Si hubiéramos errado, podríamos reparar esos daños. Si en algún momento nos desviamos, entonces tomaríamos la senda que nos hace hacer lo mejor como humanos.”—exclamó Eutropia obnubilada. Su maestro, el sabio Gaudencio le dijo tranquilo estas sabias palabras: “En primer lugar esto no se puede, pues es designio de Dios que después de vivir cierto tiempo en este mundo violento, venga a nosotros la muerte. Y, ya lo dijo anteriormente: Ni regresando alguien del más allá, podrán ellos cambiar. Porque, ¿a cuántos ha resucitado Dios? ¿Hubo cambio en el mundo por alguna resurrección? A la verdad sólo por una: la de Jesucristo, quien se levantó al tercer día de la tumba” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; "Nadie nos trae de regreso para ver qué hay después de muerto”; 01-08-2023. 

Y es que aunque nosotros podamos regresar de la muerte, los cambios que haríamos serían los que nosotros consideremos son “buenos”. Esto tampoco evitaría que siguiéramos pecando por nuestra procedencia. Las buenas obras que haríamos no son suficientes para darnos la salvación. Tiene que ser pues, a la manera de Dios. Y el plan de Dios para nuestra salvación es excelso y perfecto: Jesucristo. Él resucitó y la sangre que Él derramó nos limpia de todo mal y error. Él es el Camino. “Así, pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque esta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?” Ecl.3:22. 

Padre, cuánto me alegro y me gozo con el trabajo que por tu llamado hago. Es el que Tú me has preparado para que pueda servir a los demás. Gracias porque no necesité regresar de la muerte para poder creerte; lo hice, y tomé a Jesucristo como mi Señor y Salvador; allí me diste vida en Ti; por ello sé que mi espíritu está a salvo contigo; en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.