domingo, 30 de agosto de 2020

Pues hay recompensa para vuestra obra

¿Por qué debemos esforzarnos y no desfallecer?
Porque hay recompensa para vuestra obra: “Fue doña Eustosia la que se quejó, y dijo con gruesa voz: “Llevo sirviendo veinte años en este colegio cristiano, y jamás de alguna forma me han recompensado”—se expresó con voz quejumbrosa. El maestro, el sabio Gaudencio le dijo de forma amistosa: “Sé que oficialmente no te han dado ningún reconocimiento, pero te tengo este precepto: No desfallezcan tus manos, que para ti habrá recompensa de tu Señor amado” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “No desmayar, que la recompensa Dios la da”; 29-08-2020.

La rutina y los años llegan a cansarnos. Puede ser que la calidad de nuestro trabajo se vaya mermando. Pero debemos de pedir fuerzas al Espíritu Santo, para seguir sirviendo con amor a las personas y a los santos de Dios. Y ciertamente nuestro trabajo tiene grande recompensa de parte de nuestro Dios y Señor, y esta recompensa es conocerle, pues ésta es la vida eterna. “Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra.” 2Cró.15:7

Padre, pido fuerzas cada día, para seguir siempre sirviendo con calidad, eficacia y alegría. Porque sé que mi recompensa estará al final de cada día, y de todos mis días: Tú. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor

No hay comentarios:

Publicar un comentario